Tras una turbulenta etapa con José Mourinho al mando, en diciembre del 2018 el Manchester United concretó el regreso a casa de Ole Gunnar Solskjær como una pieza clave para devolverle al club el ADN 'Red Devil', no obstante, con el paso del tiempo demostró que quizá no era realmente capaz de poder conseguir tal acción.
La primera temporada de Mourinho terminó con el equipo en segundo puesto, campeón de Europa League y EFL Cup. Mientras que la primera temporada de Solskjær en el equipo… bueno, le ganaron al PSG en Champions.
Realmente no todo han sido lamentos para el equipo del noruego. Desde que tomó el mando hemos visto una mejora con respecto a los anteriores técnicos, aún así ha descuidado bastante las competiciones europeas, conformándose con la Europa League (pero seamos francos, Mourinho hubiera hecho lo mismo).
La gota que derramó el vaso es la presente temporada, cuando tienes a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, Cristiano Ronaldo, de vuelta en el equipo; cuando acabas de fichar a uno de los jóvenes ingleses más esperanzadores, Jadon Sancho, y aún así no logras poner al equipo en camino.
Aunado a esto, y por si fuera poco, el United acaba de quedar contrastado frente a su odiado rival, el Liverpool. Una 'manita' que no únicamente duele por el rival que es, sino porque durante mucho tiempo ellos se jactaban del mal momento de los de Anfield.
En 9 partidos disputados, el Man U. únicamente ha conseguido 4 victorias, siendo relegados a la séptima posición de la Premier League y alejados por 8 puntos del primer puesto. Ni aún firmando una de sus mejores temporadas el torneo pasado, han podido continuar con ese buen paso.
¿Cuál es el siguiente paso para el Manchester United?
Lo lógico sería eso, despedir al técnico y darle la bienvenida al que sigue. Tanto Conte como Zidane han sido posicionados en el equipo, pero ni siquiera ha terminado el contrato de Solskjær. El motivo es simple, ningún técnico cumple tan bien con el modelo United que tienen miedo de presentar a otro 'míster' que llegue únicamente por un par de temporadas y se vaya.
Es por esto que hasta el propio Sir Alex Ferguson, a lo mamá, tuvo que ir a los entrenamientos a pedir que le hagan caso a su niño. Porque saben que fuera de él, no hay nadie que conecte con las ideas del club. Y mirando a exjugadores del Manchester United es, en cierta parte, verdadero; no hay un técnico que haya destacado lo suficiente como para ser considerado estratega, como el caso de Gary Neville.
Pero eso sí, sabemos que la directiva lo que ya no busca es un técnico con poca experiencia pensando en su proyección, como lo fue Ole Gunnar, porque buscan y necesitan un proceso largo.
Podemos decir que el Manchester United está resentido, así como lo está el Arsenal, porque no ha existido una era fuera del técnico anterior. Claro que nada qué comparar con los Gunners que están muriendo internamente, pero que aún así están siguiendo el mismo carril.
¿Qué le espera al Manchester United?
Seguir confiando. Aunque parezca algo complicado, es simplemente eso, confiar en un nuevo proceso. Ahora, los ojos de medio mundo están puestos en Conte y en Zidane, pero mañana puede que estén puestos en Pochettino, Allegri o la siguiente cabeza que ruede. Porque en eso se han convertido los proyectos para los de Old Trafford, esperar que alguno pegue con lo que buscan.
Ahora bien, si me lo preguntan, lo que realmente necesita el United es crecer formadores. Si lo que realmente buscan es regresar ese ADN que se le conoció en la época de Ferguson, lo que tienen qué hacer es recuperar la identidad e idiosincrasia que los ha convertido en uno de los clubes más grandes del mundo.
Hacer que los propios jugadores sientan ese amor que Sir Alex sintió por el club, pero si en la mente del club únicamente existen los cambios, es realmente complicado que se dé uno.
Así, sea el técnico que llegue mañana y pasado y después de ese, hasta que los Glazers se cansen o se queden sin dinero para fichar, en ese punto el United regresará a sus orígenes, a su cantera, al amor al club.